En consecuencia, ofrece la posibilidad de ver cómo funciona, su diseño preciso. Esto permite a los especialistas, por ejemplo a los investigadores universitarios, estudiarlo y validarlo. Sobre los principios de confidencialidad, u otro tipo de respeto a la privacidad, que se habrán aplicado. De igual modo, con diversas cuestiones de calidad técnica en general y de seguridad en particular. Su apertura es, por tanto, una importante garantía técnica. Por ello, estas libertades ofrecidas no sólo conciernen a los informáticos, sino a todos los usuarios.
El autor del software libre asume que es bueno saber cómo funciona para que otros puedan aprender de él y participar juntos en la mejora del programa o de programas similares.
El software libre utiliza formatos abiertos, es decir, formas de guardar los archivos para que otros programas puedan utilizarlos o modificarlos fácilmente. Por ejemplo, HTML, el formato de las páginas web, es un formato abierto, que permite que muchas personas diferentes las produzcan y que distintos navegadores las lean fácilmente en toda la web.
Por el contrario, todos hemos encontrado problemas con archivos de vídeo difíciles de leer o que requieren un reproductor especial. Se dice que estos formatos de vídeo son cerrados.
Los formatos cerrados corresponden a programas cerrados, a software no libre. A menudo se les denomina software propietario o privador. Si le envían un documento (vídeo, texto, gráficos, presentación u otro) en formato cerrado, suele necesitar el programa cerrado que lo acompaña. Por lo general, este programa tiene que ser pagado.
Por lo
tanto, estos programas son cerrados, e incluso opacos. Esto significa
que los usuarios no pueden saber cómo funcionan, y mucho menos
(hacer) que se corrijan o adapten a sus necesidades. Así que nunca
compramos estos programas, sino sólo un derecho de uso,
normalmente limitado a una persona. E incluso se nos prohíbe tratar
de entender cómo se construyen nuestros archivos producidos con
estos programas, y que contienen nuestro trabajo (nuestro vídeo,
nuestra presentación, nuestro texto, etc.). Si dentro de cinco años
se abandona el programa, es posible que nuestros archivos ya no
puedan mostrarse en ningún sitio.
Un caso ejemplar es la tecnología Adobe Flash, rápidamente abandonada, que
permitía producir animaciones y vídeos. Algunos creativos se habían
especializado en la producción de este tipo de archivos. Todo su esfuerzo
profesional se fue al traste en muy poco tiempo.
El software libre es, por tanto, un programa que le garantiza cuatro libertades:
utilizar este programa para cualquier propósito sin restricciones,
estudia cómo funciona, modifícalo como quieras,
haz copias y distribúyelas a quien quieras,
difundir versiones modificadas, siempre que se especifiquen claramente las modificaciones realizadas y se comparta el resultado en las mismas condiciones (estas cuatro libertades).
Historicamente, la nocion de software libre es vinculada al Proyecto GNU.